La Abadía de las Santas Flora y Lucilla: un tesoro cerca de Poggio del Drago
Arezzo, corazón de la Toscana, esconde joyas como la Abadía de las Santas Flora y Lucilla, rica en historia, arte renacentista y arquitectura gótica. Trasladada dentro de las murallas de la ciudad en 1196, la iglesia gótica comenzó a construirse en 1278, con una posterior modernización en el siglo XV, incluido el claustro de Giuliano da Maiano. El interior de la Badia es un ejemplar renacentista, con obras de Bartolomeo della Gatta y Andrea Pozzo. Muy cerca se encuentra el B&B Poggio del Drago, ideal para explorar esta maravilla histórica y artística de Arezzo, ofreciendo una estancia auténtica en la campiña toscana.