La basílica de San Domenico de Arezzo: un tesoro histórico y artístico
La Basílica de San Domenico de Arezzo, construida en 1240 por los frailes dominicos y financiada por las familias Ubertini y Tarlati, es conocida por su fachada asimétrica y por ser un símbolo del encuentro entre el arte y la fe. Testigo de la evolución artística entre los siglos XIV y XV, acogió el primer Cónclave en 1276. A pesar de los desafíos históricos, como su abandono en 1782, hoy la basílica, situada junto a la Catedral de los Santos Pedro y Donato, encanta con vidrieras góticas, frescos y obras de artistas como Cimabue y Spinello Aretino. Reconocida por la UNESCO, es una parada esencial en una exploración cultural de Arezzo, fácilmente accesible desde el B&B Poggio Del Drago.